sábado, marzo 11, 2006

El tubo del miedo

Ayer, decidí que después de tantas semanas con dolorcitos de panza, molestias al comer, y lenta digestión, era momento de acudir a un especialista que pueda ver por dentro lo que yo siento. Así que acudí al gastroenterólogo, un médico que sólo ve problemas gastrointestinales y a personas tan emocionalmente inestables como yo, que combinan dolencias físicas con las anímicas..

Después una siestecita en la sala de espera, fui la primera en la lista -claro, era lo mínimo que podía recibir por haber llegado una hora antes de lo previsto- entré a su consultorio y me senté frente de él, un joven bastante amable, de buen trato, mostraba interés en mi relato de sufrimientos de panza, mientras yo miraba toda la habitación -me gustó mucho la luz que entraba, era como si envolviese la atmósfera del lugar dando calorcito a los enfermitos como yo :) - así que al término de mi lista de dolencias, decidió que una endoscopia era necesaria para tratar a más profundidad mi caso.

No me quedaba más que estar de acuerdo con el dictamen, pero en el fondo tenía la esperanza que no me mandara esa cuestión (siendo sincera: me muero de miedo) porque el solo imaginar que me pinchan para estar tranquila, me desespera; y que luego me meteran un tubito hasta llegar a mi estomagito, me da "cosas", y claro se aprovecharán de mi nobleza porque estaré tan dopada que no podré defenderme.

Otra cosa que me tiene intranquila con respecto de ese examen, es el uso de sedantes, conociendo lo nerviosa que soy, probablemente necesite uno aplicable "para caballos" porque yo misma bloqueo el efecto... y por consecuencia, mi corazoncito no sé si resista... ay que miedo!

Comprendo que ya muchas personas han pasado por esta situación, pero... igual ese temorcito me seguirá hasta fines de esta semana, pues el día D será el viernes 17 por la tarde, así que si leen este post, por fa rezen! queremos a damián sanita!

No hay comentarios.: