domingo, septiembre 14, 2008

Los ácaros y yo

Y aunque suene a una banda de rock pre-adolescente. Fue una realidad laboral.

Hace unas semanas fuimos infestadas por ácaros producto de la vivenda contigua (llámese nido) en mi ventana que dejó nuestra nueva compañera (para mayor info ver el post: efecto paloma) quien prudentemente cobijó a su cría por varios días. Todas estuvimos al tanto: mi jefa y mis 2 compañeras de trabajo observamos con detenimiento la evolución de la vida. Lo que nunca pensamos es que esta nueva vida traería más viditas consigo: los ácaros, que a nuestro entender los conocíamos como una realidad invisible (presente en las almohadas y colchones) productores de alergias, pero estos animalitos pequeñitos (del tamaño de un punto ortográfico con patas) ya invadían mi escritorio pues ya tenían instalados como 1 par de semanas, y yo sin darles importancia.

Tanto avanzaron que me picotearon toda, siendo los verdaderos causantes de mis alergias, y yo vivía engañada pensando que serían mis ronchas de toda la vida. Nunca me percaté del peligro latente en tamaño microscópico hasta que un día llegó personal de seguridad industrial, y con toda la inocencia del mundo comenté la existencia de estos bichos. Al cabo de 5 minutos ya tenía gente de Control de Plagas confirmando la situación: ácaros por doquier! Eso explicaba todo, mis picaduras y mis ronchas, sobretodo el hecho que mis pastillas no hicieran efecto sobre ellas. Siguiente paso: ser reubicada en otra oficina.

Los días pasaron y todas ya teníamos ronchas, y hasta heridas de tanto rascarse. Todas nos solidarizamos en el rasqueteo. Y nos mantuvimos fuertes. Hasta que el pasado fin de semana, lograron acabar con ellos... un buen pesticida se encargaría... y por supuesto que la paloma, ya llevaba días de haberse marchado, dejándonos una cría no nato (un pequeño huevito) y toda su mugre.

A todo esto cabe resaltar que el agente de control de plagas, se refierió a la paloma como "un roedor volador" así que mucho cuidado con darles hogar, porque estos plumíferos se alimentan de todo lo que encuentran hasta de basura. Díganmelo a mi que fui afectada por esa "inocente criatura".

Ahora ya más tranquilas y con las cicatrices de esos días de picazón, sólo nos queda reflexionar, moraleja: más vale pájaro volando que cientos de ácaros en tu mano.

Efecto Paloma

La vida siempre nos depara retos y cambios... una muestra de ello, fue la gran noticia que nos compartieron hace unas semanas: nuestra compañera de trabajo está embarazada y todas seríamos tías!!!

Para esos días, ya habíamos notado la presencia de una compañera más en el área, pero ésta se encontraba anidando por fuera de la ventana, coincidentemente anunciando una buena nueva: también sería madre.

Llegaron más cambios y ésta vez todas nos mudamos de sitio, heredando a la pequeña plumífera quien acompañó por unos días a nuestra compañera de trabajo ahora gestante.

Con mi nuevo escritorio vino el comentario: uy! cuidado porque pueda ser que sea el sitio... y quizás tu seas la siguiente!