domingo, enero 02, 2011

Simpatizante de cuadrúpedos

Soy una simpatizante declarada de los cuadrúpedos (refiérase: perros) para los que me conocen eso no es novedad, porque mas de una vez habrán visto que los he ignorado por pasarle la voz a un perro que cruzaba la calle o porque me entretengo por horas mirando series o programas de TV con canes.

Ese especial afecto es compartido al mismo nivel por quien será mi compañero de vida... me emociona al reconocer un especial sentimiento por quienes sienten afecto por los animales, desde mi punto de vista, son criaturas del Señor que merecen protección y cariño, pero nuestro individualismo no nos deja ser compasivos con ellos, y dejamos que los lastimen, o mueran sin que se puedan denunciar los matratos. Eso me causa frustración y dolor, porque esas pequeñas criaturas son fieles y leales a sus dueños hasta el final... y eso los hace mas sinceros y puros que nosotros; y no sabemos quererlos ni respetarlos.

Espero que la vida nos de tiempo, para hacer más causas en pos de su bienestar y que creemos conciencia en la humanidad, pues seremos los responsables de crear sociedades futuras; y espero; sean cada vez más comprensivas y armoniosas con la naturaleza y los animales.

Este mini post va dedicado a todos esos canes y animalitos que rodean nuestra vida y a los amantes de los animales que luchan activamente dando la cara o detrás de bambalinas y dan mucho por ellos.

Bajo techo propio

Y no es un extensión del programa Mi Vivienda del gobierno... es mas bien un sueño hecho realidad, que es propio, es nuestro y será el inicio a una vida juntos.

Además representa emoción, ansiedad, felicidad, preocupación y entrega... sabemos que no hay marcha atrás y que ahora seremos nosotros quienes marquemos las pautas, no habrá otra persona que nos ayude (usualmente las madres) a resolver problemas domésticos con vecinos o con el cáculo de pagos... es la vida de adulto que tendremos que aprender a llevar y responsablemente cumplir con la sociedad.

El choque personalmente para mí, es fuerte, aún sigo pasando por etapas de miedo, frustración y expectativa sobre lo que nos tocaría vivir en comunidad, las personas que me conocen saben que particularmente no soy muy amistosa con quienes no tengo interés y que mas bien guardo mi vida en privado y el hecho de entrar y salir de un espacio compartido con personas ajenas a mi círculo social, me tensa... pero también sé no podré cambiar esa tendencia de vivir que se ha hecho popular en los últimos tiempos como consecuencia del crecimiento explosivo demográfico de la capital y con la construcción de grandes complejos y torres de vivienda... no me queda más que adaptarme y mientras tanto sentirme acompañada en este aventura... porque no es un cambio que me toca vivir sola; sino que todas estas inquietudes serán compartidas entre mi novio y yo.

La luz del camino será la guía para encontrarnos todos los días, y darnos felicidad! no importa donde estemos, no importa quienes nos rodeen, no importa el tiempo ni el lugar... como lo dice nuestra canción: "...solo llévame a cualquier lugar... a cualquier punto de la ciudad, llévame...
o llévame a cualquier punto fuera de ella... no me importa saber adonde... solo llévame a cualquier lugar..."

Sólo me dejaré llevar a lo que nos toque vivir juntos, con FE y optimismo, lo conseguiremos!

La novia rebelde

Aunque el título original es "la novicia rebelde" me funciona el "cambiecito" para empezar este post... y describir lo que me tocó vivir desde hace un poco más de un mes.

Todo inició con una tímida invitación que me hiciera a un restaurante conocido, con historia y trayectoria que sigue vigente en la costa limeña... acepté sin dudarlo y emocionados fuimos a nuestro almuerzo especial.

Uno frente al otro, y con un escenario natural se animó a entregarme ese símbolo de formalización culturalmente establecido por la sociedad, y que todas las mujeres sueñan con llevarlo orgullosas, para mostrar que tienen dueño... sí... efectivamente me refiero al Anillo, y aunque no pareciera que me gusten este tipo de rituales, éste particularmente me emociona... así que mi aparente rebeldía se rindió frente a ese delicado detalle y a su rostro enamorado.

Con una voz baja casi al ritmo de la brisa marina y de los chillidos de las gaviotas, me declaró su amor (algo que ya había hecho desde hace mucho) pero esta vez lo reafirmó, diciendo: "quiero pasar el resto de mi vida contigo, me haces muy feliz", me sonrojé de inmediato y me sentí tan embriagada de amor, y le respondí: "yo lo quiero todo contigo, todo!" "te amo mucho". Me puso el anillo y con lágrimas en mis ojos recibí su tímido beso, los de alrededor nos miraban, probablemente con murmuraciones y comentarios; pero sólo nos importó sentir nuestra felicidad durante ese mágico momento, concentrándonos en mirar nuestro futuro a través de nuestros ojos emocionados.