miércoles, noviembre 16, 2005

Juego de las sillas

Para la gente que me conoce, sabe que regularmente voy a misa.... saben que es una cuestión muy personal y de propio convencimiento pues mi Fe tiene una visión muy particular.

Justo el domingo último, estuve en la cola de las confesiones pues tenía algunas cosas que conversar con el intermediario del "Flaco" y me encontraba meditando en el orden de cómo las diría. Cuando de pronto, recibí una seña de mi madre, indicando que me mueva del otro lado porque seguramente había un espacio libre, y eso hice. Pero no contaba con la astucia de la señora, ubicada delante mío, que también vio la seña y corrió presurosa como si participara de un juego...

A continuación vi a mi progenitora algo molesta porque "me ganaron" y proseguí a decirle: "calma, regresaré a mi sitio anterior". Para cuando me disponía a hacer eso -a la vez que pensaba en mis asuntos personales- vi que una señora corrió y se puso delante mío. La figura me pareció tan cómica y lúdica que sólo atiné a sonreir.

Volteé a ver a mi madre, quien seguía con el ceño fruncido indicando lo tonta que fui por dejarme ganar el sitio. Y lo más gracioso de todo es que no me importaba eso, pues seguía ensimismada ordenando mis ideas para contárselas al "Flaco".

Fue en ese momento que me di cuenta, que esa situación (tan particular) se parecía mucho a la mecánica del juego de sillas y al parecer todos la conocían, menos yo. El juego es muy sencillo, no hay canción pero todo va a ritmo de la misa, y sientes que vas lento cuando el Sacerdote se va acercando al momento de la comunión. Entonces buscas desesperadamente un confesionario libre para alcanzar a comulgar. Las sillas son mas que dos, una de cada lado del confesionario y gana quien roba el sitio a los demás. Me pregunto: ¿eso está permitido? o ¿aún vale el respeto a los demás?

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