miércoles, mayo 18, 2005

Contagio coincidente

Hace dos días, tomé una combi hacia mi examen de inglés, mientras repasaba mentalmente mi lección, me fijé en un paradero en particular donde subió una chica, de mediana estatura, cabello ondulado, zapatos beige con un maletin. La embarcó un chico de cabellos lacios, vestido formal con chaleco azul. Ambos sonrieron a modo de despedida, ella subió presurosa y se ubicó en el asiento frente a mi, detrás de ella estaba la ventana que la separaba de su chico, quien se despedía dando besos al aire. Me pareció tan tierna la escena que dificilmente pude despegar mis ojos de ambos. La combi empezó a avanzar y ella giró su cabeza mirando hacia el interior del auto, bostezando. Cuando vi a su chico caminado me doy cuenta que bostezó al mismo tiempo que ella (sin haberse visto uno al otro). Aquel bostezo me pareció una coincidencia grata, mas si ellos se veían tan enamorados. Ahí comprendí que la fuerza del sentir, une a las personas, con un contagio no físico de felicidad, tanto que pueden mimetizarse, siendo uno en todo el mundo. Saben... yo también quisiera bostezar.

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