sábado, abril 28, 2007

Manolo's performance

Minutos antes del concierto, empezamos con una "disculpa irrisoria", el mismo Manolo García nos pedía "respeto" por las personas que aún no podían ingresar al recinto musical. Todos sorprendidos, pensábamos que no era "respeto" por los tardones, sino "respeto" por los que fuimos puntuales... en fin... igual no nos quedaba más, que seguir esperándolo.

Pasado el inconveniente, empezó el concierto con mucha energía... arrancó con su conocido sencillo "Insurrección". La gente vibraba, y todos cantábamos, esperando este tipo de picos se mantenga durante toda su performance.

Incluyó bellas melodías como "Nunca el tiempo es perdido", "Pájaros de barro", "Niña Candela", "Rosa de Alejandría" y "Malva", entre otras. También desenpolvó canciones como: "Sara", "La piedra redonda" y "Como un burro amarrado en la puerta del baile".

Desapareció en dos oportunidades para luego regresar al escenario ante el clamor del público, 3 veces. Todos quedamos muy complacidos, moviéndonos al ritmo de cada canción, mientras balancéabamos nuestro peso sobre nuestros pies, pues llevábamos 2 horas parados (desde la cola afuera).

El concierto seguía su curso, cuando de pronto un retardado tiró cerveza sobre nosotros desde el 2do piso; por más que buscamos entre la gente, no se pudo conocer su rostro.


Nota Mental: Supuestamente, el 2do piso,
es zona exclusiva para personas "distinguidas",
no se me ocurriría que alguien pudiera hacer eso
(escrito con mucho sarcasmo!).
Este ridículo comportamiento nos molestó por un buen rato, mientras me hacía pensar que quizás este tipo de arranques hace que los managers de grupos con mayor trayectoria internacional, no se interesen en visitarnos, dado que somos un público inmaduro y malcriado.

Retomando la línea del concierto, las canciones siguieron una tras otra, con el soporte maravilloso de sus músicos: violines, y panderetas se lucían con cada melodía, mientras que un gritó mostró, lo que en el fondo el público esperaba oir: ¡Loco!, ¡Loco! decían, refiriéndose a una de las canciones más conocidas (del último de la fila): "Loco de la Calle". Y pues claro, Manolo García, llegó a nosotros para compartir sus creaciones como solista, no para revivir recuerdos de su etapa anterior; aún así el público seguía...entonando al unísono: ¡Loco!, ¡Loco!, gritando con más y más fuerza. Este intento era válido para ellos (me excluyo porque no me uní a tan molesto pedido), dado que buscaban escuchar, aunque sea una partecita del coro. Realmente un público caprichoso e insoportable (esperemos que no se haya llevado esa impresión).

Después de cantar mucho y sudar otro poco (se cambió 3 veces de polo), cerró su performance con una elección, a mi parecer tonta, una ranchera. Todos nos quedamos mirando, intentando entender su proceso mental, para que haya considerado ese tema para el cierre de su show. Se rumoreaba entre las personas: "El concierto es en Perú, no en México". En fin... obviamente sus fans lo perdonaron aplaudiéndolo hasta el final, el resto quedó inconforme: porque nunca tocaron su anhelado "Loco" y les cambiaron el sabor de ají peruano por chile mexicano.

Considero que Manolo es más, de lo que nos dejó ayer. Es un hombre con mucha pasión y se notó en cada canción con el que inspiró más que emoción (hasta se colgó de una de las columnas de metal del escenario ante nuestros aplausos). Realmente nos conectó y nos enseñó que sus canas son experiencia y su voz es fidelidad a nosotros: su público.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESCRIBE, ESCRIBE, ESCRIBE...
QUE LO HACES BIEN
Y ES LAUICA MANERA DE SABER MÁS DE TI.
SUERTE Y FELICITACIONES
TU AMIGO NIÑO CESAR