viernes, agosto 19, 2005

Señora del Camino

Hace una semana atrás me encontraba caminando por la Av. Salaverry, pues un compañero de trabajo me había dado un "aventón" para acercarme a casita. Recuerdo que el tráfico estaba pesado; no pasaba ningún micro, combi ni taxi. Me quedé esperando por más de 5 minutos cuando ví que era imposible avanzar con tanto auto, policía, ambulante y transeúnte. Así que decidí avanzar, de a pocos, en busca de algún lugar despejado con autos. En el trayecto, una señora, que se encontraba en las mismas circunstancias que yo, me preguntó: "¿El hospital Rebagliati, está cerca?"; a lo que cual respondí: "Sí, a un par de cuadras largas..."; ella agregó: "Mejor seguiré caminado o sino llegaré tarde". Así caminamos una cuadra, yo a paso más lento, dado que me encontraba ensimismada; y ella un poco más adelante, buscando ansiosa con la mirada el hospital.
Al llegar a la siguiente esquina, ya más metida en mis memorias, experiencias, sentires, confusiones, preocupaciones y tribulaciones (sobretodo tribulaciones), reconocí a la señora que cansada decidió hacer un alto. La miré, como observando los detalles de su rostro. Allí noté las líneas de expresión, sus canas a medio pintar, su ropa avejentada y una sonrisa tímida. Al instante, le dije: "Señora, no está muy lejos, ya llega..." Me dijo: "Tú me das ánimos, así que continuaré".
Durante el camino conversamos. Me contó que es asistenta social de profesión y de corazón, que acababa de visitar a su hermana y que en el paradero del hospital pasa el micro hacia su casa. Yo le conté que soy comunicadora social, que acababa de salir del trabajo y que me dirigía hacia mi hogar. Ella me dijo que el esfuerzo y el sacrificio del trabajo merecía un tiempo para mí. No sé si lo dijo por lo del trabajo o notó mi vacío mental. Cuando menos nos dimos cuenta, ya estabamos frente a su paradero. Nos despedimos formalmente y ella añadió: "Creo que sin tí no hubiese llegado, caminé mucho para llegar aquí, gracias y que Dios te bendiga".

1 comentario:

pipistrella dijo...

pasan muchos cristos disfrazados a nuestro lado, pero casi nadie los ve. creo q tuviste suerte chica :)